Aquí os traemos el primer análisis de este gran móvil que no es trae Sony, así como sus características sus especificaciones y analizaremos sus materiales que trae en la caja etc.


El
Sony Xperia Z es el nuevo smartphone Android insignia de Sony para el 2013. Posee una pantalla 1080p de 5 pulgadas, procesador quad-core Snapdragon a 1.5GHz, 2GB de RAM, conectividad LTE, cámara de 13 megapixels con sensor Exmor RS, LTE, NFC, es sumergible hasta 1 metro de profundidad y posee paneles de cristal de ambos lados. El Xperia Z será lanzado con Android 4.1 para poco tiempo después recibir Android 4.2 en forma de actualización.
ANÁLISIS SONY XPERIA Z
No es novedad, como ya hemos leído, que el Xperia Z es el nuevo buque insignia de Sony.
Con sus 4 núcleos, sus 2 GB de RAM y la protección ante el polvo y el agua, lo convierten en uno de los móviles más deseados del momento.
Pero no hay que olvidar que ciertas características pueden ser imprescindibles para unos y prescindibles para otros, por lo que aunque leáis todo lo publicado y más, siempre es recomendable hacer uso del móvil en cuestión, y así comprobar si realmente aquello que nos han contado se corresponde con nuestras impresiones.
Y dicho esto, partiendo de que lo objetivo son sus características de hardware, y luego sus pruebas benchmark, que lo convierten en uno de los smartphones más potentes, comentaré subjetivamente y a grandes rasgos lo que ha supuesto la llegada a mis manos de este smartphone y su uso habitual tras mes y medio.
VENTAJAS:- Durante el unboxing, la primera impresión es la de un smartphone
robusto y bien acabado, ergonómico, con unas
líneas muy elegantes y un fácil acceso al botón de encendido. Os comento que es el primer móvil que tengo en mis manos con una estupenda apariencia de solidez por sus materiales y el refuerzo de sus protectores frontal y trasero, y que por eso ni siquiera lo llevo protegido. Desafortunadamente ha sufrido varias caídas, pero ha respondido perfectamente ante ellas y no tiene un rasguño.
- Cumple sumergido en agua dulce, es cierto que no he probado su inmersión durante media hora a un metro, pero sí lo he sumergido en un lavabo durante un par de minutos, y casi a diario lo meto en la ducha. Eso sí, es importante reseñar que con los dedos y la
pantalla mojada puedes accionar determinados menús, pero no desbloquear el patrón, por lo que resulta una funcionalidad selectiva.
- ¿Y los
1080p? Sí que se aprecian, la verdad, algo en lo que no cabe discusión, y más visualizando un vídeo en HD.
- La potencia de la RAM también es apreciable en la fluidez del terminal, sobre todo cuando tenemos muchas aplicaciones abiertas en segundo plano o corremos juegos potentes.
- Gran implementación a la que ya nos tiene acostumbrados Sony, es la radio, visto lo visto y las quejas que hay con el S4, se convierte en ese sentido en un smartphone de elección.
DESVENTAJAS:- Una vez puesto en marcha, la
pantalla no resulta todo lo buena que cabría esperar. Es verdad que con su tecnología Bravia Engine y al visualizar vídeos y fotos, ésta gana bastante claridad y calidad, pero lo primero que me llamó la atención en su menú home, fueron esos colores apagados, que algunos definen como reales en contraposición con las pantallas de otras marcas en las que se considera que son más saturados e irreales. Todo eso se agrava si dejas el Z en una mesa y visualizas la pantalla desde diferentes ángulos, los colores tornan a grisáceos, vamos, que hay que mirarlo de frente para que no perdamos calidad en la visualización.
Tras un tiempo de uso me he acabado acostumbrando, siempre he pensado, además, que estaba acostumbrada a otros tipos de pantalla, las Samoled, que son las que describen como muy saturadas, y por eso mismo la decepción a la primera toma de contacto con el Z.
- Echo mucho de menos los botones físicos, tal vez porque me cumplen una función estupenda y cómoda en el S3, y porque además no me gusta nada que se suplan por
botones capacitivos, "robando" espacio a esa hermosa pantalla de 5". Menos mal que estos no aparecen a pantalla completa en la galería de fotos o vídeos.
- La
capa de android, a pesar de no llevar demasiada personalización de Sony, resulta algo complicada en cuanto accesos directos. Me explico, habiendo probado otras personalizaciones con determinadas opciones de utilidad cotidiana, recurrir a ciertos ajustes nos supone pasar por varias pantallas, mientras que en Samsung, por ejemplo, accedes a ellas con sencillez y un solo toque. En dicha personalización cabría destacar la mala gestión que hace de las
aplicaciones abiertas en segundo plano, a las cuales no se puede acceder directamente para cerrarlas y hay que recurrir bien a otros programas, o al menú de las aplicaciones recientemente abiertas, en el que no se distingue si las que se van a cerrar ya estaban abiertas o no, incluso hay algunas que a pesar de acceder a dicho menú, no se cierran.
Tampoco encontraremos la opción reinicio cuando pulsamos el botón de encendido.
- El
launcher es muy normalito, y nunca pensé que diría esto, pero prefiero el Touchwiz con sus virtudes y sus defectos. Para mí es importante poder recorrer de principio a fin las pantallas de los menús del home, poder pasar de la primera pantalla a la última, o de la última a la primera, y con el Z no es posible. Muchos no lo consideran un problema sobre todo contando con que hay cientos de launchers adaptados al gusto de cada cual, pero la verdad es que se agradece de primeras una personalización amigable y sencilla. Además no todos los launchers que instalemos pueden correr los widgets del Z.
- La tan esperada
cámara de 13 mp con su sensor Exmor RS rinde, pero como he podido leer y comparto, quizás no lo esperado, parece ser debido al procesado de las fotos y seguro que posteriormente es mejorable con las actualizaciones. Aún así estoy satisfecha con la calidad actual.
- En la agenda, echo en falta los
números predeterminados de marcación, no me refiero a la marcación directa con la adjudicación de un número, sino al orden alfabético de los contactos, en los que no es posible realizar una llamada directamente arrastrando el dedo (como es el caso de Samsung). Con el Z primero elegimos el contacto y después uno de los números del contacto en particular punteándolo con el dedo.
- Las
pestañas de acceso a las conexiones, a la SIM y microSD, no las veo para un uso diario, sobre todo la del microUSB, que es, digamos, la que más uso le doy. Podréis decirme que puedo utilizar airdroid o sucedáneos para ello, pero todos sabemos que lo más sencillo y rápido a la hora de respaldar la info de nuestro móvil, es conectarlo al USB.
Menos mal que la microSD no la suelo cambiar a menudo, porque para insertarla y extraerla hay que disponer de unas uñas de guitarrista o algún objeto que permita profundizar, si no no hay quien acceda.
El acceso a la microSIM es de apariencia frágil, con un plastiquillo endeble que porta dicha microSIM.
- La
duración de la batería tampoco es nada memorable en relación a otros terminales, tampoco he notado diferencia con el S3, pero hay que tener en cuenta que la del Z cuenta con 2.400 mAh.
- El
sonido no es muy potente, y aún lo es menos cuando lo sumergimos o entra agua en el altavoz, por lo que tendremos que esperar unas horas hasta que el sonido vuelva a la normalidad.
- El
arranque, que muchos me preguntaron y es algo en lo que nunca reparé (siempre lo tengo encendido), resulta algo más lento que el S3, como dos segundos más.
Para
concluir, hay que tener en cuenta que adquirí este terminal con el propósito de disponer de un smartphone estanco sin renunciar a una gran pantalla, potencia en hardware y calidad de cámara, y en eso estoy 100% satisfecha, pero nunca lo usaría como primer móvil teniendo otras opciones igual de potentes pero más sencillas en mi vida cotidiana.
De momento no creo que un smartphone sumergible pueda suplir a uno normal puesto que a pesar de ganar en ciertas prestaciones, perdemos en otras, sobre todo en el acceso a las conexiones y la calidad de audio, y eso sucede con muchos dispositivos que son estancos, no solo con los smartphones.
Este análisis es gracias a Jali te agradezco mucho el tiempo que te has tomado para hacer tu análisis.